martes, 15 de marzo de 2016

Ana Maria, Porfiria y van Gogh: capitulo 20

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            Todo llevado, gracias al arte que nos devuelve a la naturaleza misma, a la sutil fantasía de vivir con sentido, para comprender con la misma sutileza que todo cambia, y que el cambio es una fuente que nunca acabará, sino en la transformación de un ser mejor, precisamente por esa misma proyección de un tiempo eterno de cambios que elevan constantemente… en esa tridimensionalidad…
            Todo, gracias al arte… ya en una pintura, o en la música, o en las letras que llevan a comprender y precisar que nada está ya conseguido, sino que es necesario el siguiente instante con su riqueza inmensurable, como Dios mismo, que es la esencia misma de la naturaleza… Porque el arte nos lleva y nos permite volver a ella, cuando de ella, por las razones que sean, nos alejamos o nos olvidamos que no somos sino la misma naturaleza perfeccionada y perfeccionable, que nunca volverá a lo ya andado, sino en actitud de añoranza enfermiza y paralizante… Porque todo es constante movimiento…

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