martes, 15 de marzo de 2016

Ana Maria, Porfiria y van Gogh: capitulo 21

 (21)       

            Tal vez la locura mental, como consecuencia de emociones, no sea más que un estancamiento en un solo lugar y espacio de manera permanente en el tiempo, sin la aceptación emocional de un constante cambio; tal vez, sea una fijación como idea, marcado por la sensación vivida en ese espacio determinado al que se vive anclado, y por consiguiente, varado y estancado.
            Precisamente, porque el pasado ya no es, porque fue; el futuro, es un misterio y todavía no es, sino que será; tal vez. Y el presente es eso: un obsequio del existir. Tal vez, por eso, es que al presente se le llame “presente”; es decir, un “obsequio”. Lo demás no cuenta, ni en regresión, sino como referencia; ni el futuro, ni como ilusión, sino como proyecto, del que ese obsequio, no es más que un sorprendente regalo del existir-existiendo, sin ataduras, ni hacia atrás, ni hacia adelante; sino en permanente vigencia actualizante de la vida como regalo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario